Blogia
Esencialmente humano

Pildoras: El pluralismo

Cuentan que un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un anciano chino colocando un plato de arroz en otra tumba. El hombre se dirigió al chino y le preguntó: "Disculpe, señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer arroz?" "Claro", respondió el chino, "cuando el suyo venga a oler las flores".

Una mente flexible quizás habría sentido cierta curiosidad y hubiera realizado una pregunta menos irónica. Por ejemplo:"Discúlpeme, señor, ¿por qué pone un plato con arroz? No conozco esa costumbre y me gustaría saber más al respecto, si no le molesta". No es fácil ponerse en otro punto de vista, sobre todo, en una cultura que promueve el egocentrismo en todas sus formas. Creemos a cabalidad que nuestras costumbres están más justificadas que las de los demás, no vemos la viga en el propio ojo.

La mente flexible es responsiva y sensible a otros puntos de vista sin verse necesariamente en la obligación de aceptarlos. Incluye a los demás, viaja hacia ellos, intentando averiguar sus respectivos fundamentos y su parecer. Pero este viaje sólo es posible si se hace con humildad, sin la vanidad del que se las sabe todas.

Algunas ventajas de la mente flexible

El buen juicio que caracteriza a las personas de mente abierta genera buenas decisiones y permite establecer relaciones amables y empalicas con la gente que nos rodea. Veamos los beneficios que otorga la flexibilidad:

• Las relaciones interpersonales son amables y constructivas porque la gente no se siente amenazada y, además, uno no pretende ganar o tener razón a cualquier precio.

• Vivir en paz con uno mismo, es decir, no sentirse violentado al tener que imponerle al mundo una estructura determinada de pensamiento.

• Las cosas fluyen sin tantos requisitos: la solución de problemas y las decisiones se dan con facilidad porque uno está abierto al cambio.

• Los niveles de estrés y depresión bajan porque la mente flexible sabe perder y no se aferra a los imposibles. Dicho de otra forma, la mente flexible funciona con los pies en la tierra.

• Las mentes flexibles crecen y desarrollan su potencial humano porque no están interesadas en verdades consumadas. La vida buena es algo que surge de la exploración y el autodescubrimiento libre.

• La risa y el humor forman parte de la vida cotidiana de las personas flexibles; la amargura y la formalidad recalcitrantes son eliminadas de cuajo. ¿Habrá mayor síntoma de salud mental que no tomarse uno mismo muy en serio?

Los niveles de prevención y desconfianza bajan ostensiblemente cuando existe flexibilidad mental:

Hay más amigos que enemigos, más compasión que indiferencia, más amor que guerra.

Ser flexible mejora el sueño y todas las actividades somáticas, porque uno deja de pelear con el mundo y se concentra en lo que vale la pena.

Tal como lo demuestran todas las tradiciones espirituales y la psicología cognitiva y positiva contemporánea, la mentalidad flexible hace que las personas se sientan más felices y se aproximen más a la sabiduría.

0 comentarios