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Esencialmente humano

Pensando en voz alta

A raíz de las excelentes experiencias de la Vinotinto y algunas otras que fueron menos notorias se puso al desnudo una gran necesidad en el “Venezolano” de la unión entre nosotros, igualmente se vio claro el anhelo de sentir entusiasmo, alegría y júbilo, sobre todo sintiéndonos orgullosos de ser de esta tierra, que todos percibimos como hermosa.
En unos pocos días además de unión, Venezuela fue alimentada y fortalecida por millones de venezolanos con fe, amor y vibraciones positivas. Cantamos a capela “si se puede” y muchos por no decir todos los venezolanos le regalamos un poco de nuestro tiempo, la pusimos en primer lugar y tuvimos demostraciones y evidencias de que valió la pena.
Qué importante es mantener o recuperar esa alegría, entusiasmo, júbilo, fe y ese especial “si se puede”, poner a un lado la disputa entre dos bandos sabiendo que en el medio estamos todos quienes terminamos afectados, minimizar las críticas negativas y fuertes sobre nuestro país y sus ciudadanos.
El acontecimiento de la “vinotinto” nos demostró que los responsables de la salud de Venezuela es de todos los venezolanos ¿En cuál espejo nos queremos ver reflejados, en el “no se puede” o en el “sí se puede”? Solo  tenemos que cambiar el no por el sí, cambiar la actitud, específicamente la intención con la cual vivimos día a día.
Posiblemente la experiencia de la vinotinto nos sirvió para expresar en lo social lo que en lo emocional o humano nos cuesta aceptar, la necesidad de amarnos, respectarnos, valorarnos, alégranos y ser felices, la pertenencia y unión.
Quiero compartir ahora algo muy personal o profesional, actualmente todos hablamos de la ley de atracción y queremos aprender a vivirla, ahora como ya todos saben, esta es una ley natural que logra que las cosas afinen se atraigan, ella (la ley) se cumple al margen de la voluntad del ser humano, podemos aprender a vivir de acuerdo a ella, pero no podemos evadirla y menos aún evitar que se cumpla.
Imagínense esta ley energética cumpliéndose en Venezuela donde todos (por lo menos un 70%)  de sus ciudadanos viven en una contaste vibración negativa de miedo, desconfianza, ira, rabia, desamor, minusvalía, pobreza interior. Es difícil toparse en el día a día con gesto de amor, desapego, aprecio, alabo, agradecimiento, la inclinación es a estar predispuesto y luchar por sobrevivir, cada día esta ley de atracción logra que atraigamos más de lo mismo, muchos dirán pero hay evidencias para ser así, pero la evidencias es producto de nuestros pensamientos y estado emociónales. En relación a la vinotinto habían también evidencias y razones para seguir viéndola como la cenicienta pero todos decidimos apegarnos a la vibración positiva y el entusiasmo, no queríamos y no queremos volver atrás,  queríamos y queremos borrar la vieja imagen de la vinotinto a pesar de los recuerdos pasados. Si continúa esa vibración e intención para con  nuestra selección y el futbol en general muchas cosas cambiarán de lo contrario seguiremos viendo la misma vieja realidad y todos entonces hemos sido y seguiremos siendo responsable. Psicológicamente u ontológicamente es una cuestión de reconocer el poder que tenemos todos de cambiar nuestra realidad y unidos seremos insuperables.
Siempre se ha dicho “divide y vencerás” pero también se cumple en positivo “une y vencerás”
Movido por esta emoción y por el deseo de recuperar el ”sí se puede” me despertó la idea de utilizar la redes sociales para alimentar esta vibración, esa intención positiva en los venezolanos creando un grupo en Facebook y  una cuenta en twitter para expresar nuestra mejores intenciones por y para Venezuela. Generar así una fuerza centrífuga que nos vaya retando a cambiar nuestra percepción de Venezuela y nosotros mismos sus ciudadanos… SI SE PUEDE.
Solo debes incorpórate al grupo e invitar a tus amigos a compartir esta misma ilusión, luego  requerimos que siempre que puedas aportes con el grupo:

1.    Cualquier aspectos positivos que hayas visto en alguien (personas, grupos o empresas) y te gustaría resaltar para convertirlo en un buen habito.
2.    Igualmente algún aspectos desagradable que hayas notado en alguien (personas, empresa o grupos) y te gustaría que todos elimináramos o minimizáramos.
3.    Alguna idea o proyecto, entretenimiento, película o teatro o cualquier elemento cultural que podría mejorar la vida del venezolano.
4.    Alguna otra idea genial, sin –que quede bien en claro – incluir intenciones o disposiciones políticas.

Enlace de  grupo en Facebook: “Soyvenezolano” pero con el icono que pueden ver al principio de esta carta ya que encontraras varios grupos con en el mismo nombre y  en esta cuenta de twitter:   @Vensisepuede
                                                            Gracias JGoyo

Onda Verde

Onda Verde

En la fila del supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de compras, ya que las bolsas plásticas no eran buenas para el medio ambiente. La señora pidió disculpas y explicó: - "Es que no había esta onda verde en mis tiempos." El empleado le contestó: - "Ese es nuestro problema ahora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio ambiente." Tenía razón -- nuestra generación no tenía esa onda verde en esos tiempos. En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían usas las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban. Pero no teníamos onda verde en nuestros tiempos. Subíamos las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos cuadras. Pero tenía razón. No teníamos la onda verde en nuestros días. Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía sacudiéndose a 220 voltios -- la energía solar y eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos. Pero esa señora está en lo cierto: no teníamos una onda verde en nuestros días. En ese entonces teníamos una televisión, o radio, en la casa -- no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo (se acuerdan?), no una pantallota del tamaño de un estadio. En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hagan todo por nosotros. Cuando empacábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no plastoformos o bolitas plásticas. En esos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el pasto. Usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad. Pero ella está en lo cierto: no había en esos tiempos una onda verde. Bebíamos de una fuente cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas plásticos cada vez que teníamos que tomar agua. Recargábamos las plumafuentes con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las hojillas de afeitar en vez de echar a la basuratoda la afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo. Pero no teníamos una onda verde por entonces. En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o un ómnibus y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un servicio de taxi de 24 horas. Teníamos un enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima. Así que ¿no les parece lamentable que la actual generación esté lamentándose cuán botarates éramos los viejos por no tener esta onda verde en nuestros tiempos?

Pensando en voz alta

Pensando en voz alta

Debemos empezar a comprender nuestras potencialidades como humanos,

     entonces podemos acercarnos al futuro con un poco de esperanza.

                       ALFRED KORZYBSKI*

  Pensando en voz alta

 Entonces los seres humanos tenemos potencialidades pero no las conocemos y menos aceptamos, es posible que estemos viviendo a la sombra de nuestra grandeza.

Así mismo esas potencialidades son determinante para el futuro cualquiera sea que deseamos tener, por lo tanto es imposible ir construyendo un futuro si no conocemos nuestras potencialidades. Es posible que estemos caminando hacia la infelicidad, todo simplemente por desconocernos.

                   Es impresionante como se consigue personas que conocen de tantas cosas pero no se notan jubilosos, realizados, será por el propio desconocimiento de si mismo.

                   Entendiendo a Alfred entonces tengo que comenzar a conocerme a mismo así como a mis potencialidades para crear un presente mejor y tener la esperanza que seguro así será nuestro futuro,

           Pero ¿Cómo comprendemos nuestras potencialidades?