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Esencialmente humano

Pildoras-Venciendo la baja autoefícada

Pildoras-Venciendo la baja autoefícada

Recapitulemos lo dicho hasta aquí. La auto-eficacia es la "opinión afectiva" que se tiene sobre la posibilidad de alcanzar determinados resultados, es decir, la confianza de alcanzar las metas exitosamente. Las causas más comunes que contribuyen a que la autoeficacia baje son: ver las cosas como incontrolables, creer que la propia conducta está regulada más por factores externos que por uno mismo, y utilizar un estilo atribucional donde siempre se es responsable de lo malo y nunca de lo bueno. A estas tres causas psicológicas se les puede agregar una cuarta causa ambiental: una historia de fracasos.
Con el tiempo se genera un autoesquema de desconfianza e inseguridad, por el cual se comienza a anticipar que el éxito es imposible y a evitar las situaciones de reto, los problemas o cualquier evento que implique la intervención personal para su solución. La persona hará de la evitación un estilo.

Las siguientes estrategias te permitirán pelear contra la baja autoeficacia o conservarla en un punto adecuado.

1. Elimina el "no soy capaz"
Si te tratas mal y eres irrespetuoso contigo mismo, tu diálogo obrará como un freno. Elimina de tu repertorio el "no soy capaz". Cada vez que te lo repites confirmas tu inseguridad.

2. No seas pesimista
Las personas con baja autoeficacia anticipan el futuro negativamente. Cuando se trata del propio rendimiento, sus expectativas son de fracaso e incapacidad. Siempre se ven a sí mismas como las peores actrices o actores de la película. No seas pesimista.

3. No seas fatalista
Eres el arquitecto de tu futuro. En una gran proporción, construyes tu destino. Por Lo tanto, tienes el poder de modificar muchas cosas. No veas el mundo como aristotélicamente inmodificable. Si tienes un punto de control externo para todo, tenderás a ser fatalista y verás los infortunios como incontrolables. Quita de tu repertorio verbal la palabra "siempre".
El pasado no te condena. De hecho, tu presente es el pasado de mañana. Si cambias en el aquí y el ahora, estarás contribuyendo de manera significativa a tu destino.

4. Trata de ser realista
a.   Si todo lo ves con la óptica "externa", nada dependerá de ti. El éxito no te provocará satisfacción y nada harás frente al fracaso.
b.   Si evalúas todos los éxitos con un punto de vista "externo" y los fracasos como "internos", te derrumbarás hasta la depresión.
c.   Si atribuyes todos los éxitos como "internos" y los fracasos como "externos", te engañarás a ti mismo. No te deprimirás, pero serás deshonesto. Este no es un optimismo sano.

5. No recuerdes sólo lo malo.
La visión negativa de uno mismo se alimenta principalmente de los recuerdos. Si el esquema que tienes de tí es negativo, los recuerdos que llegarán a tu mente serán confirmatorios de este esquema. Recordarás más lo malo que lo bueno. Si tu autoeficacia es baja, los fracasos estarán más disponibles que los éxitos. No entres en el juego de las evocaciones negativas.

6. Revisa tus metas
Si tu autoeficacia es baja, pecarás por defecto y no por exceso (como vimos en la parte de auto-concepto). Te estarás subestimando y adaptando las metas a la supuesta incapacidad que percibes en ti mismo.

 7. Ponte a prueba y arriésgate
Los puntos anteriores son condiciones necesarias pero no suficientes para ser autoeficaz. Es fundamental que te animes a dar el paso decisivo: actuar para alcanzar la meta.  
Recuerda, la única forma de confiar en ti mismo es ponerte a prueba. Cuando decidas enfrentar tus miedos e inseguridades, los seis pasos anteriores te ayudarán a no distorsionar la realidad a favor del automenosprecio. Si te sometes racionalmente (esto es, sin "suicidarte") obtendrás datos sobre tu propio rendimiento y podrás averiguar si las anticipaciones de fracaso que hacías eran verdaderas o falsas. La filosofía: "Más vale pájaro en mano...", no te lleva a ninguna parte; es el pasaje al conformismo y al estancamiento. Si tu autoeficacia es baja, ¿Qué podrías perder al i
ntentar nuevos retos?

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